El principio de Beneficencia, proviene de la máxima latina "priman non naceré" que quiere decir, primero no dañar. Este principio posee tres niveles diferentes de obligatoriedad en lo que tiene que ver con la obligatoriedad del profesional hacia el individuo:
1. Debo hacer el bien, por lo menos no causar el mal o provocar un daño, no perjudicar a otros intencionalmente.
2. Debo hacer el bien ayudando a solucionar determinadas necesidades humanas. Todo profesional puede responder o no a lo que le demanda una determinada persona que requiere sus servicios.
3. Debo hacer el bien en la totalidad de la persona, se trata de satisfacer la necesidad que tiene todo individuo de ser beneficiado en la totalidad de su ser. De ahí que el deber de beneficiar a la totalidad de una persona, consiste en hacer todo aquello que aumente en ella su vida de relación con los demás y su capacidad de vivir consciente y libremente de acuerdo a sus valores y deseos.14
El principio de Autonomía, se refiere a la capacidad que tiene todo individuo de gobernarse por una norma que él mismo acepta como tal, sin coerción externa. Considera que el peso de autoridad que tiene una determinada decisión, se deriva del mutuo consentimiento que entablan los individuos. Como consecuencia, si no hay consentimiento no puede haber verdadera autoridad. A su vez, el mutuo consentimiento sólo se puede originar en el hecho de que cada persona sea un centro autónomo de decisión al que no se puede violar sin destruir lo básico en la convivencia humana. De ahí que el respeto al derecho de consentir de los participantes en la comunidad es básico para la existencia de una comunidad.14
Engelhardth formula la máxima de este principio como: "no hagas a otros lo que ellos no se harían a sí mismo; y haz por ellos lo que con ellos te has puesto de acuerdo en hacer."15 Declaración similar a la de Engelhardth, se encuentra en la Santa Biblia, en el registro de la enseñanza de Jesús en el trato con otros; "todas las cosas que queréis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos."15
El principio de Justicia en una sociedad no corrompida, compuesta por seres iguales, maduros y autónomos, estructurada sobre bases racionales debe poseer los criterios o bienes sociales primarios accesibles para todos, que estén compuestos de:
1. Libertad básica. Libertad de pensamiento y conciencia.
2. Libertad de movimientos y de elegir ocupación.
3. Posibilidad de ejercer cargos y tareas de responsabilidad.
4. Posibilidad de independencia económica.
5. Respeto a sí mismo como persona.
Se podría sintetizar el principio de justicia como aquel imperativo moral que obliga, en primer lugar, a la igual consideración y respeto por todos los seres humanos. Esto supone evitar todo tipo de discriminación, por raza, edad, sexo, religión, posición social, nacionalidad, ideologías, elecciones individuales, enfermedades.14
Estos tres principios básicos indican los derechos de todo ser humano y los derechos inalienables de las personas y de los pueblos. Son columnas fundamentales de la ética personalista. No solamente involucran a la relación individual, sino a todos los grupos humanos dentro de la sociedad con respecto al otro, se aplican también a la ética profesional ajustándolo a cada profesión.
Se deben articular estos tres principios básicos para que se ajusten a la relación ética de cada profesión, persona, y sociedad, y además, para que puedan vincularse en la práctica concreta, el sostén, la protección y el incremento del valor ético supremo, que es la dignidad de la persona humana en sus tres dimensiones esenciales: incremento de la conciencia, la autonomía y la convivencia en comunidad.
De los principios éticos básicos derivan las normas psicoéticas básicas que tienen por finalidad marcar las condiciones imprescindibles para que aquéllos puedan ponerse en prácticas. Estas tres normas psicoéticas fundamentales son: confiabilidad, veracidad y fidelidad.14
En el marco del trabajo en investigación, prevención, tratamiento y reinserción social de las personas adictas y especialmente con jóvenes es de primordial necesidad tener presente los principios éticos, pero más trabajar con la plena convicción de parte del profesional y también del individuo, de las tres normas psicoéticas. Estas son de ayuda para preservar la individualidad del sujeto como también para la planificación del accionar profesional.
La norma de conformidad está referida a guardar el secreto de las confidencias que le haga una persona. Esta se relaciona con conceptos tales como revelación, confesión, confianza, respeto, seguridad, intimidad, y privacidad, o sea un sentido de protección de toda la información que cuidadosamente tienen reservadas u ocultas otras personas.
El consentimiento válido es la puesta en práctica de la veracidad y la autonomía, es la base de la relación profesional-persona. Es una herramienta para preservar a la persona de posible abuso.
Esto se debe relacionar con la deontología, resguardos éticos-legales de cada profesión.
El utilitarismo es lo que justifica en el consentimiento una ventaja para la convivencia social, dado que aumenta la confianza mutua, incentiva la autoconciencia de las personas y la responsabilidad por el bien común.14
La regla de fidelidad a las promesas hechas, rastreando en la historia de la medicina, se encuentra el deber del profesional de guardar la fidelidad a las promesas que se ha considerado un alto honor de sus miembros. La formulación del Juramento Hipocrático incluye los tres elementos que componen una verdadera promesa:
En todo lo que se entere, 2. Tiene un testigo, 3. Reparar cualquier posible daño.
El consentimiento válido es la puesta en práctica de la veracidad y la autonomía, es la base de la relación profesional-persona. Es una herramienta para preservar a la persona de posible abuso.
Esto se debe relacionar con la deontología, resguardos éticos-legales de cada profesión.
El utilitarismo es lo que justifica en el consentimiento una ventaja para la convivencia social, dado que aumenta la confianza mutua, incentiva la autoconciencia de las personas y la responsabilidad por el bien común.14
La regla de fidelidad a las promesas hechas, rastreando en la historia de la medicina, se encuentra el deber del profesional de guardar la fidelidad a las promesas que se ha considerado un alto honor de sus miembros. La formulación del Juramento Hipocrático incluye los tres elementos que componen una verdadera promesa:
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